Frente al incremento de la violencia de género en Chiapas, mujeres y niñas marcharon en ocasión del 25N

Estefanía Martínez Matías tenía 22 años, estudiaba enfermería y trabajaba en una tienda de ropa de Tuxtla Gutiérrez para pagar sus estudios. Su cuerpo sin vida fue encontrado el 5 de noviembre pasado a un costado de una carretera en el sur de la capital de Chiapas, tras una movilización convocada por sus familiares y amigas frente al palacio de gobierno. Seis días antes, la joven había salido de su casa para ir a una fiesta de la que no regresó.

Para ella y las demás mujeres víctimas de violencia en sus hogares, en las calles, en sus lugares de trabajo y en las cárceles donde están recluidas, hoy en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se llevaron a cabo marchas en ciudades de Chiapas como San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Comitán.  

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Chiapas, de enero a octubre de 2022 se registraron 39 feminicidios, sin embargo las organizaciones de la sociedad civil manejan otros datos. “Haciendo un análisis de notas de periódicos encontramos por lo menos 53 casos que tienen todas las características para ser considerados feminicidios. Si una mujer es asesinada por su pareja, o cuando en la nota se dice que fue un asalto pero en las fotografías observamos que la víctima tiene indicios de violencia sexual, inmediatamente lo consideramos como un feminicidio sexual sistémico”, afirma en entrevista Karla Somoza Ibarra, directora del Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas.

Gracias a la lucha de la sociedad civil organizada, en 2016 se declaró la Alerta por Violencia de Género en siete municipios de Chiapas, que logró disminuir los casos de feminicidios en ciudades como Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas. Sin embargo, a nivel general en la entidad el problema está en aumento: de acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Chiapas, en septiembre de 2022 se registró un incremento del 24 por ciento de los feminicidios con respecto al mismo mes de 2021 y Chiapas ocupa actualmente el quinto lugar a nivel nacional por este delito.

Gracias a la lucha de la sociedad civil organizada, en 2016 se declaró la Alerta por Violencia de Género en siete municipios de Chiapas, que logró disminuir los casos de feminicidios en ciudades como Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas. Sin embargo, a nivel general en la entidad el problema está en aumento: de acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Chiapas, en septiembre de 2022 se registró un incremento del 24 por ciento de los feminicidios con respecto al mismo mes de 2021 y Chiapas ocupa actualmente el quinto lugar a nivel nacional por este delito.

La violencia de género, explica Somoza, es algo que las mujeres viven desde que son niñas, y la preocupación de las manifestantes va hacia ellas. “Las formas de violencia que viven niñas y adolescentes se expresan en el acoso y violencia sexual en sus escuelas, hogares y calle, desapariciones, trata y feminicidios”, escriben las mujeres autoconvocadas y organizadas de San Cristóbal de las Casas en el pronunciamiento que leyeron al finalizar su movilización. Señalan que en Chiapas hay un gran número de niñas obligadas a casarse o a seguir con embarazos no deseados producto de violaciones y que, en lo que va del año, 345 niñas y adolescentes han desaparecido en el estado, casi ocho por semana.

“La mayoría de los menores de edad que desaparecen en Chiapas son mujeres indígenas entre los 12 y 17 años, entonces podríamos decir que la población con mayor riesgo de desaparecer en el estado son las mujeres adolescentes”, afirma en entrevista Jennifer Haza, directora general de la asociación civil Melel Xojobal. “Pensamos que puedan ser víctimas de trata con fines de explotación sexual, y que en el caso de niñas de 0 a 6 años pueda ser por adopciones ilegales”, apunta.

Desde 2019, Melel Xojobal registra casos de niñas, niños y adolescentes desaparecidos, a partir de las fichas que la Fiscalía publica en su portal ¿Has visto a?, llevando a cabo un trabajo de sistematización que las autoridades no hacen. De hecho, la organización señala incongruencias entre los datos que la Fiscalía tiene en su página de Internet -donde aparecen 632 fichas de desaparición de menores de edad en 2021- y los del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, que contabilizó 51 casos en el mismo año.

La falta de articulación es quizá el principal problema que las organizaciones de la sociedad civil y las marchantes detectan en las autoridades de impartición de justicia. “En general creo que los Centros de Justicia para las Mujeres -que son los que atienden a las mujeres y a las niñas en las Fiscalías- son una excelente política pública. Sin embargo, hay muchos problemas de coordinación dentro de estas fiscalías, que además no cuentan con personal que hable el idioma de muchas de las mujeres que llegan. El número de los ministerios públicos es mínimo, y por esto desechan las denuncian y las desvían con cualquier excusa, y sus sedes son tan chiquitas que no saben ni dónde colocar a su personal”, afirma Somoza Ibarra del Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas.

En la marcha de este 25 de noviembre, participaron niñas, jóvenes y mujeres que exigieron una vida libre de violencia machista y justicia para todas las víctimas de femincidios, así como demandaron que las autoridades actúen para prevenir las agresiones.

Artículo publicado en Desinformémonos el 25.11.2022