Se reunen intelectuales y bases de apoyo en seminario zapatista sobre pensamiento crítico
Selena tiene 17 años y el rostro cubierto por el pasamontaña. Viene de la misma comunidad donde nació Galeano, maestro y sargento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) asesinado el 2 de mayo 2014 por miembros de la organización oficialista Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos Histórica (CIOAC-H). Pocos días después de la muerte del base de apoyo zapatista, la joven fue acercada y amenazada por los asesinos de su compañero, pero no tuvo miedo.
“Galeano nos contó como ser rebeldes en la lucha”, cuenta con voz firme Selena desde en el escenario del Caracol de Oventic, sede del gobierno autónomo zapatista, durante el homenaje en memoria de Galeano y del filosofo zapatista Luís Villoro que se llevó a cabo el pasado 2 de mayo.
Selena participó en el seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista”, organizado por el EZLN en San Cristóbal de Las Casas (Chiapas) desde el 3 hasta el 9 de mayo pasado. Una entera tarde ha sido dedicada a los relatos de lucha de mujeres: participaron Selena y otras bases de apoyo del EZLN, comandantas zapatistas y mujeres de diferentes regiones de México y del mundo, como el Kurdistán. Un paréntesis femenino en una semana de participaciones en su mayoría masculinas.
Siete días de intensas intervenciones de los subcomandantes Moisés y Galeano, antes llamado Marcos, y de intelectuales de todo el mundo. Algunos de ellos, como Gustavo Esteva y John Holloway, convencidos de que el capitalismo esté atravesando un periodo de profunda crisis, una tormenta causada por la pequeñas acciones de resistencias cotidianas, como la creación de nuevas formas de vida y de relación.
Con sus actos estas personas serían capaces de crear “una grieta” en el sistema, que poco a poco se ampliaría hasta derrumbar un muro que parece indestructible y eterno, según las palabras que el subcomandante Galeano/Marcos utilizó durante la inauguración del seminario. “El Sistema no le teme a los estallidos, por muy masivos y luminosos que sean”, ha afirmado el subcomandante. “Si un gobierno cae, hay en su alacena otros para reponer e imponer. Lo que lo aterroriza es la perseverancia de la rebeldía y la resistencia de abajo”.
Durante el seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” se habló de extractivismo, pueblos indígenas, transgénicos, de los estudiantes de Ayotzinapa en presencia de algunos padres de familia de los normalistas desaparecidos, de la represión de los gobiernos, y se analizaron las luchas por la defensa del territorio y de los bienes comunes.
“El mapa de las minas, de los proyectos de fracking y de los cultivos transgénicos pasa encima de los pueblos, allí es el terreno de la lucha”, observa Álvaro Salgado del Centro Nacional de Apoyo a las Misiones Indígenas.
El capitalismo ha sido a menudo comparado con la hidra, el monstruo marino a quien crecían dos cabezas cada vez que Hércules lograba cortarle una. “La hidra es una imagen interesante para entender el capitalismo”, observa Raúl Zibechi. Según el activista y periodista uruguayo, las nuevas clases dirigentes progresistas nacidas de la movilización social en países como Argentina, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Brasil y Venezuela, utilizan el discurso de los movimientos pero las practicas de los gobiernos neoliberales. En Argentina, durante diez años de gobierno progresista que en su discurso promueve los derechos humanos, la policía asesinó diez veces más jóvenes que en la década neoliberal de Menem. De otro lado, el socialismo ecuatoriano de Correa está acusando a unos 200 dirigentes indígenas de terrorismo, tras las movilizaciones en defensa de los derechos de sus pueblos. Los gobiernos progresistas, afirma Zibechi, callan a los ciudadanos con programas asistenciales y con la represión, y clasifican la protesta popular como actos manipulados por la derecha y el imperio estadounidense.
El poder, la relación con los partidos y las elecciones han sido entre los temas principales de las intervenciones que se sucedieron durante el seminario. Las votaciones “no transforman el mundo, también es verdad que no deben ser menospreciadas, porque pueden ser un mecanismo esencial para proteger las necesidades inmediatas de las poblaciones contra la pérdida de beneficios ya adquiridos”, escribe el historiador estadounidense Immanuel Wallerstein en su carta enviada al seminario. Según el intelectual, votar permitiría contener el avance de la derecha neoliberal.
Diferente la postura del EZLN sobre los comicios mexicanos del 7 de junio próximo. “El partidista quiere que cambie el color del que manda. En cambio el zapatista quiere cambiar todo el sistema, no una parte, sino que todo. Y que en el pueblo mande y nadie lo mande”, expresa el subcomandante Moisés. Y sobre las elecciones añade: “ni nos va ni nos viene y no nos interesa ni nos preocupa. En resumen, como dijimos antes, como decimos ahora: votes o no votes, organízate”.
Artículo publicado por el Programa de Las Américas el 12.05.2015