“No hay condiciones de seguridad para regresar”, afirman pobladores desplazados de Tila, Chiapas, por la violencia
Orsetta Bellani, Animal Político (Foto: O.B.)
No regresarán a Tila. Las familias que desde el 7 de junio tuvieron que abandonar sus casas en este municipio de Chiapas aseguran que no hay condiciones de seguridad mínimas para su retorno.
Lo decidieron el martes pasado, en una asamblea masiva y encendida que se celebró en la cancha de futbol rápido de Yajalón, donde comen y duermen, acompañados por el Ejército y autoridades de Protección Civil del gobierno estatal.
“¡Levanten la mano quienes se van a quedar!”, gritó al micrófono una mujer, recibiendo en respuesta centenares de manos levantadas. Los desplazados piden tener representantes en la mesa interinstitucional que, el lunes, acordó su regreso a Tila, y que les aseguró que las fuerzas de seguridad ya tenían control sobre el municipio.
“Exigimos una mesa de dialogo con participación de los pobladores”, decía una de las pancartas que mostraron durante la asamblea las personas desplazadas, algunas de ellas mestizas, que son dueñas de negocios de la cabecera de Tila, municipio ch’ol donde casi el 99 por ciento de la población vive en pobreza.
Piden a las autoridades garantías jurídicas sobre sus propiedades y que se detengan a los integrantes del grupo que llaman “los autónomos”, y que firma sus comunicados como “ejidatarios”, al que consideran responsable de los actos de violencia que se generaron entre el 4 y el 6 de junio y que, según cifras oficiales, causaron 3 muertos, 4 heridos, 2 mujeres violadas y alrededor de 4 mil personas desplazadas; además de 17 casas y 21 vehículos vandalizados.
Tila: un conflicto de hace 60 años
Desde los años 60, los ejidatarios ch’oles de Tila mantienen una disputa sobre 130 hectáreas con el municipio, controlado por familias mestizas que están apoyadas por el gobierno del Estado. Sobre esta tierra los ejidatarios ganaron dos amparos, que nunca se han respetado y que quedan sin resolución por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Desde que este conflicto empezó, las violencias no han parado en este territorio fronterizo con Tabasco, utilizado por grupos criminales como corredor para el tráfico de droga y personas. En Tila existen también intereses ganaderos y relacionados con la siembra de palma aceitera, además, según un comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), existen apetitos extractivistas por la supuesta presencia de uranio.
En diciembre de 2015, ejidatarios que se declararon parte del Congreso Nacional Indígena (CNI) tomaron la cabecera municipal y establecieron un gobierno autónomo. Expulsaron a Limber Gregorio Gutiérrez Gómez del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y a su esposa Sandra Luz Cruz Espinosa, que desde 2008 se turnaban en la presidencia. El matrimonio está acusado de tener relación e incluso haber hecho resurgir a Desarrollo, Paz y Justicia, el grupo paramilitar que nació en los años ’90 durante la guerra contrainsurgente hacia el EZLN.
Como ha ocurrido también en otros municipios de Chiapas donde el ayuntamiento ha sido controlado durante décadas por la misma familia, los pobladores de Tila sacaron a los caciques con la fuerza. Sin embargo, a pesar de su expulsión Limber Gregorio Gutiérrez Gómez sigue despachando desde El Limar y en las pasadas elecciones el PVEM arrasó una vez más. El Instituto Nacional Electoral (INE) no pudo instalar 12 casillas en Tila, pero en las demás la participación rebasó el 72% y el candidato a alcalde del PVEM obtuvo más de 23 mil preferencias, superando de unos 18 mil votos al Movimiento Ciudadano (MC), que es el segundo partido.
Versiones distintas del conflicto en Tila, Chiapas
Dos días después de las elecciones del 2 de junio Tila estalló, y hay tantas versiones de los hechos cuantos grupos en disputa. De acuerdo con un comunicado de “los autónomos”, un grupo llamado Karma habría atacado a tres ejidatarios que prestaban guardia, hiriéndolos. El conflicto, según ellos, se habría desatado después del ataque del Karma, con la finalidad de desalojarlo del pueblo.
“Hemos venido denunciando el grupo delincuencial Karma, que es apoyado por el Ayuntamiento Municipal y ha venido actuando impunemente porque han estado matando a ejidatarios, entre ellos a nuestros compañeros Carmen López Lugo el 12 de enero y Domingo Lugo Ramírez el 14 de marzo, a quienes primero los señalaron y luego los ejecutaron con toda impunidad”, escriben los ejidatarios en un comunicado del 11 de junio.
Por otro lado, los desplazados que se encuentran en Yajalón aseguran no saber de la existencia del grupo Karma. Afirman que en Tila únicamente existen “los autónomos” y que las múltiples violaciones de la semana pasada no se originan a partir de enfrentamientos entre grupos rivales, sino son agresiones directas de “los autónomos” a los pobladores. Al mismo tiempo, reconocen que muchas familias de este grupo también tuvieron que abandonar Tila.
Una señora propietaria de una tienda de abarrotes relata que el 4 de junio se encontraba con su hija en la calle cuando empezaron los balazos. Tuvo que encerrarse en su casa, de donde salió hasta la madrugada del 7 de junio para abandonar Tila montada en un vehículo militar, tras la entrada a la cabecera de más de 500 elementos de las fuerzas de seguridad. La mujer finca toda responsabilidad de las violencias a “los autónomos” y asegura que las personas refugiadas en la cancha de Yajalón no pertenecen a ninguna organización ni grupo político, y que son puros pobladores.
Según la investigación de Emilio Pérez Pérez y Daniel Villafuerte Solís, en Tila existe un grupo disidente autodenominado “pobladores” que simpatiza con el PVEM y que, tras la expulsión de las autoridades municipales en 2015, ha buscado invalidar el amparo ganado por los ejidatarios.
La crisis humanitaria de Tila sigue. No hay un número exacto para describirla, pues muchos habitantes que tuvieron que abandonar sus hogares se resguardaron en casa de familiares o amigos, y no son contabilizados en las cifras oficiales. De acuerdo con el presidente municipal de Yajalón, Jorge Luis Hernández Vázquez, unas mil 800 personas se refugiaron en los dos albergues que acondicionó el ayuntamiento, y unas 4 mil más se establecieron a una media hora de allí, en el ejido Petalcingo, municipio de Tila. “No nos dijeron su fecha de salida de Yajalón, pero estamos dispuestos a dar todo el apoyo hasta cuando sea necesario”, asegura el presidente municipal.