Cuba, el largo camino hacia la normalización de las relaciones con EEUU
Daniel López maneja su automóvil polaco de 1984 por las calles poco congestionadas de La Habana. No quita la mirada de la calzada y habla del tema que tiene pendiente a toda la población en Cuba: la reanudación oficial de las relaciones diplomáticas con EEUU el pasado 20 de julio después de 54 años de estar congeladas.
“Según yo, lo que quiere el presidente estadounidense Barack Obama es entrar a Cuba para derrocar el régimen desde el interior”, observa el joven. López reconoce los logros de Cuba en salud pública, educación y seguridad, pero se queja de su salario de enfermero que lo obliga a un segundo trabajo de taxista informal.
“No creo que con la apertura a EEUU habrá una mejoría real en nuestros sueldos, pero seguro llegarán más turistas”, dice.
Desde que en diciembre del 2014 se anunció el deshielo diplomático, los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba se incrementaron en un 36% en relación al año anterior, y se reanudaron las comunicaciones vía marítima y aérea. Las proyecciones para la economía cubana son optimistas. En el primer trimestre del año el crecimiento estimado del producto interno bruto alcanzó el 4%, cuando el año pasado sólo llegó a 1.3% en ese mismo periodo.
Cuba y EEUU ya reactivaron sus relaciones diplomáticas, pero aún falta mucho para normalizarlas. “Sólo la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero que tanto daño y privaciones ocasiona a nuestro pueblo, la devolución del territorio ocupado en Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba darán sentido al hecho histórico que estamos viviendo hoy”, declaró el Ministro de Relaciones Exteriores cubano Bruno Rodríguez, durante la ceremonia de apertura de la embajada de Cuba en Washington.
Puntos pendientes
El camino hacia la normalización parece largo y empinado, siendo que en EEUU no existe un debate público sobre la restitución a Cuba del territorio donde se encuentra la base militar de Guantánamo. Además, el levantamiento del bloqueo comercial está lejos de ser aprobado, aunque 59% de los estadounidenses está a favor de su levantamiento.
“En los Estados Unidos se están creando grupos de empresas que están apoyando el derrumbe del bloqueo”, explica a Noticias Aliadas Isbel Díaz, del Observatorio Crítico de Cuba. “Obviamente no lo hacen por solidaridad o humanitarismo, sino porque tienen intereses económicos. Casi todas estas compañías están dedicadas al agrobusiness y vinculadas con los organismos transgénicos; cuba sería un mercado virgen para eso”.
Alfredo, castrista de 75 años que pidió mantener su apellido en reserva y que en su juventud participó en la batalla de Playa Girón (1961), ve en la decisión de Obama la admisión del fracaso de su política hacia Cuba, pero también una amenaza para su gobierno. “Los EEUU no dejarán de luchar en contra del gobierno cubano. Lo harán como lo han hecho siempre, de forma encubierta”.
La hija de Alfredo migró a los EEUU hace 10 años y su esposa, que cada año viaja para ir a visitarla, a diferencia de él tiene muchas expectativas sobre la posible entrada en el país de las empresas estadunidenses. “Yo espero que lleguen y que traigan desarrollo. ¿Si me da miedo la entrada del capitalismo? No, siendo que ya existe en Cuba y la abertura a EEUU es sólo un paso más en esta dirección”.
Son muchos los inversores extranjeros que ya operan en Cuba. La Ley de la Inversión Extranjera del 2014 permite la existencia de empresas mixtas (el 51% del total) y de capital totalmente extranjero (el 4% del total). La norma creó también una Zona de Desarrollo Especial de 465 km cuadrados en el puerto de Mariel, a unos 45 km de La Habana, donde las empresas pueden operar con facilidades fiscales y aduaneras.
Apertura económica
Se trata sólo de una más de las normas que desde la década de 1990 han llevado a la paulatina apertura de la economía cubana, hasta hace unos 30 años totalmente controlada por el Estado. La caída de la Unión Soviética y su falta de apoyo a Cuba empujó la isla hacia una crisis profunda, que obligó el gobierno de Fidel Castro (1959-2008) a imponer el llamado Periodo Especial que significó serias restricciones al abastecimiento de productos básicos, y posteriormente al de Raúl Castro a impulsar algunas reformas económicas a partir del 2008 cuando asumió la presidencia.
“Más que reformas son actualizaciones del modelo económico cubano. En su momento cuando se abolió toda la propiedad privada se cometió un error”, explica a Noticias Aliadas Leonel González de la asociación civil Centro Martin Luther King de La Habana. “Ahora se pretende descargar al Estado del enorme peso que significa lidiar con todo, con cada cafetería o lustrador de calzados. El carácter socialista de un país no se determina por la pequeña economía, sino por el hecho que los medios y programas fundamentales del país estén en manos del Estado, bajo su control y supervisión”.
Una interrogante que parece interesar a la sociedad cubana hoy en día es si el control de los medios de producción fundamentales por parte del Estado corresponde a un tipo de socialismo o de capitalismo.
“Cuba está construyendo una sociedad capitalista al estilo de China y Vietnam, con todas las libertades en cuanto a comercio e inversiones, pero sin las ‘libertades’ de las democracias europeas, y con un partido único”, afirma a Noticias Aliadas Díaz.